Una de las tareas administrativas más difíciles de desempeñar es la que consiste en gestionar comunidades de vecinos. Diversos interés conviviendo en bajo un limites compartidos no dejan de ser un nicho de múltiples dificultades.
Las relaciones entre vecinos requieren un tratamiento específico. Es por ello que surge la figura de administrador de comunidad. Su tarea está definida en proveer la gestión eficiente y a su vez proveer soluciones viables al conjunto vecinal.
Aunque pueda parecer una tarea administrativa más, la gestión de comunidades es una actividad de alta complejidad. Satisfacer los requerimientos de un grupo de individuos de distintas necesidades que comparten un espacio común es más difícil de lo que muchos imaginan.
Claves para elegir a un administrador de comunidad
Dada las características específicas de este tipo de gestión, elegir a un administrador de comunidades no debe tomarse a la ligera. A continuación te damos algunas claves que se deben tomar en cuenta para escoger a los indicados:
- Solidez y confianza. Un administrador de comunidades debe poseer una reconocida reputación en la gestión vecinal. La experiencia es un elemento de invalorable peso al momento de elegir.
- Responsabilidad y transparencia. El gestor de comunidades debe mostrarse totalmente abierto las validaciones y auditorias de rigor que permitan comprobar su eficiencia. Asimismo debe presentar un acuerdo de responsabilidad que satisfaga las necesidades de la comunidad
- Honorarios y costos razonables. Unos exorbitados emolumentos o estipendios muy bajos nos deberían hace dudar acerca del profesionalismo del administrador de comunidades.
¿Qué servicios debemos esperar de un administrador de comunidades?
La oferta de servicios que presenta un administrador de comunidades puedes ser muy amplia. Sin embargo, debe existir un a matriz central que resuma todas las actividades que debe poseer este tipo de gestiones. Revisemos algunas de ellas:
- Gestión financiera y económica: Debe estar a cargo de la elaboración del presupuesto de gastos operativos y revisión de cuentas contables. Asimismo, debe gestionar el cobro de mantenimientos, impuestos y demás gravámenes de la comunidad, así como el pago a proveedores y control de morosidad.
- Gestión administrativa. Convocatoria a reuniones y asambleas de vecinos, redacción de actas y constitución de estatus de la comunidad así como otros aspectos de índole legal.
- Gestión de proyectos. Control y ejecución y seguimientos de proyectos de reparación y o mejora de servicios y espacios de la comunidad.
Adicionalmente, los administradores de comunidades cumplen otras funciones entre las cuales destacan las siguientes:
- Trámites de siniestros.
- Resguardo, custodia y conservación de documentación de propietarios.
- Representación de la comunidad ante entes gubernamentales o terceros.
- Gestión de remesas bancarias
- Elaboración de estados de cuentas personalizados.
- Mantenimiento de fincas y acompañamientos en materia de subvenciones.
- Equipos de litigios especializados en materia bienes inmuebles y propiedad horizontal.
Sin duda que, los administradores de comunidad son los mejores aliados para un conjunto de vecinos. Debido a sus excelentes beneficios y relativos bajos costos estos gestores se han convertido en una de las alternativas más demandas en asuntos inmobiliarios.